En un comunicado, el secretario general de la UIP expresó que el Consejo Directivo, que en un principio había aceptado la invitación de Azerbaiyán “con la condición de recibir la seguridad formal del gobierno de que todos los participantes inscritos recibirían las visas de entrada”, finalmente tuvo que dar marcha atrás a la decisión, ya que estas garantías nunca se cumplieron.
La directora de Comunicaciones de la UIP, Jemini Pandya, afirmó que la asamblea no se realizará en Bakú, la capital azerí, porque no hubo una “firme garantía” de que las visas fueran entregadas a todas las delegaciones. Pandya expresó que “no es común” que un país se ofrezca como anfitrión de un encuentro tan importante y luego no cumpla con los requisitos requeridos.
En agosto, las autoridades de Azerbaiyán hicieron pública una “lista negra” de personas que tenían vedada la entrada al país, entre ellos, legisladores, diplomáticos, periodistas, escritores, profesores y artistas. Luego del amplio rechazo internacional a esta medida, algunas fuentes señalaron que resulta lógica la decisión de no realizar la asamblea en Bakú.
