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martes, 28 de octubre de 2014

"Yo soy víctima de dos genocidios"

28.10.14
El embajador de Palestina en Londres, Manuel Hassassian, y el profesor y activista israelí Edy Kaufman, dieron un debate sobre el conflicto entre isralíes y palestinos en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Prensa Armenia dialogó con Hassassian para consultar acerca de temas armenios y de la actual geopolítica de la región.

¿De qué se trata el concepto de la diplomacia multivías?

La diplomacia multivías es una manera de discutir sobre lo que llamamos "negociaciones no formales". La diplomacia en diferentes niveles y las negociaciones de segunda vía no son jurídicamente vinculantes. En las negociaciones de segunda vía, el cielo es el límite. Se puede decir lo que se quiera. Es pensar de forma novedosa, y eso genera un montón de ideas. Se centra en que no tiene límites en los términos de la discusión, con el fin de llegar a soluciones que sean más cercana a la realidad. Para llegar a esa etapa, hay que debatir un millón de ideas.

¿Es como un acercamiento informal?

Sí, muy informal.

¿Usted o Kaufman recibieron críticas por esto?

No. Siempre sirvió para facilitar información, sentar precedentes o dar escenarios de cómo hacer frente a los problemas. En las negociaciones formales están atrapados en conflictos de suma cero. Se tiene miedo de dar ninguna concesión porque todo lo que se diga puede ser tomado en su contra. Pero en las negociaciones de segunda vía se puede decir cualquier cosa, y entonces se puede factorizar y dar prioridad a lo que se quiera. Finalmente, las negociaciones formales pueden tomar lo mejor de lo que se hizo y utilizarlo como un medio para llegar a un acuerdo.

¿Esto puede ser usado en cualquier conflicto?

Sí.

Por ejemplo, ¿en el conflicto de Nagorno Karabaj?

Tengo una posición muy unilateral en eso. Soy armenio, se llama Artsaj, es nuestra tierra. En el pasado fuimos maltratados por los británicos en 1917 durante la presidencia de Lloyd George, que le otorgó el petróleo de Bakú a Azerbaiyán. Este cónclave fue entregado a los azeríes por intereses económicos, por supuesto, y luego, después de la revolución bolchevique, no se quiso cambiar el status quo.

Nagorno Karabaj o Artsaj siempre tuvo una mayoría de armenios; al menos el 80% fue siempre armenio.

¿Tiene alguna crítica sobre la posición del Reino Unido sobre este tema?

Reino Unido sigue la política exterior de Estados Unidos. Azerbaiyán tiene petróleo...

Y British Petroleum es uno de los principales accionistas de SOCAR.

Sí. Nuestros principales aliados son los rusos y los persas, porque nos dieron la tierra y nosotros no tenemos salida al mar. Incluso los estadounidenses ahora están cambiando a causa del fuerte lobby armenio en el Capitolio. Puedo ver que hay cambios, no cambios dramáticos, pero algunos de ellos en el sentido de aceptar el hecho histórico de que Artsaj siempre ha sido un enclave armenio.

Y si Estados Unidos cambia su política, ¿cree que Gran Bretaña iba a cambiar?

Sí, como ahora estamos viendo algunos cambios en el Reino Unido.

¿Cuál es la situación de los armenios en Jerusalén?

La situación en Jerusalén es terrible. En algún momento, los armenios fueron 17.000, pero hoy en día la comunidad armenia es menos de 1.000. La constante emigración a América Latina, Estados Unidos, Australia o Europa es un indicio de que la situación económica es terrible. Y en segundo lugar, se ven atrapados en el conflicto. Jerusalén se divide en cuatro partes: el barrio musulmán, el barrio judío, el barrio armenio y el barrio cristiano. El barrio armenio es considerado como uno de los más grandes y se encuentra de manera estratégica junto al barrio judío. Muchas de las casas en el barrio armenio, por desgracia, fueron vendidas por ex-patriarcas. La comunidad armenia estaba en contra, hemos luchado contra eso, pero no había nada que podríamos haber hecho.

Somos un factor muy importante en el conflicto a la hora de negociar, porque somos dueños de una gran cantidad de propiedades en el oeste de Jerusalén y tenemos una de las iglesias más ricas y antiguas de Tierra Santa. Independientemente de que nuestro número sea pequeño, por nuestra influencia política como comunidad a través de la iglesia y las propiedades que poseemos se nos considera un factor determinante en el futuro proceso de negociación de Jerusalén.

¿Qué puede decir sobre el centenario del Genocidio Armenio?

Esto es un crimen que ha estado en la impunidad. Este es un delito que Turquía tiene que reconocer. Ya es hora de que Turquía entienda que 1.500.000 armenios fueron asesinados de una manera atroz y sistemática que nos referimos a ella como genocidio, término acuñado por Raphael Lemkin. Esto es algo sobre lo cual la comunidad internacional debe ejercer presión. No es suficiente que algunos de nuestros aliados, los países europeos como Francia, presionen y no permitan que Turquía sea parte de la Unión Europea debido a su posición en relación con el Genocidio Armenio. Creemos que los turcos tienen que reconocer que el genocidio fue cometido y debe haber compensaciones en una etapa posterior. Esto no puede seguir en la impunidad.

Como armenio siempre trazo paralelismos entre la cuestión armenia y la palestina. Yo soy víctima de dos genocidios. Esto es un genocidio en curso que está sucediendo ahora.

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