Las recientes declaraciones de las autoridades de Azerbaiyán de más alto nivel, quienes amenazaron con iniciar una guerra contra Armenia y ocupar su capital, Ereván, preocuparon a la comunidad armenia en Argentina.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores azerí, Elmar Abdullayev, dijo a principios de octubre que “Ereván”, por la capital armenia, es “históricamente una ciudad de Azerbaiyán. No se trata de una reivindicación territorial, es un hecho histórico. Basta con mirar en los archivos para demostrar que Ereván ha sido una ciudad histórica de Azerbaiyán”.
El diplomático azerí se había hecho eco de un discurso del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, quien afirmó que “el Estado armenio moderno se basa en la ideología del fascismo” y que la capital armenia era en realidad una antigua tierra azerí, al tiempo que consideró que el genocidio cometido contra los armenios en 1915 es “una mitología infundada” por parte del “lobby armenio en el mundo y de algunos políticos corruptos bajo su control que distorsionan totalmente la historia”.
El Consejo Nacional Armenio de Sudamérica emitió un comunicado en respuesta, recordando que “las pretensiones territoriales se basan en estudios históricos realizados por iniciativa de Aliyev, con el auspicio económico de su fundación” y argumentando que “la dinastía Aliyev se caracterizó por no escatimar difamaciones, tergiversaciones y omisiones deliberadas en sus intentos de construir una historia de Azerbaiyán que justificara internamente sus acciones”.
“Un gobierno que utiliza sus recursos para construir una historia y un poderoso arsenal, a la vez que agita el odio en su población, no puede ser considerado un garante de la paz, sino un peligro para la región en su conjunto”, concluye el comunicado.
Al ser consultado, el profesor de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de la UBA, Roberto Malkassian, indicó que “el pueblo armenio en la región lucha, conforme al Derecho Internacional, para hacer efectivo el derecho a la libre determinación de los pueblos, reconocido por la Carta de las Naciones Unidas y otros documentos internacionales”. Más adelante sostuvo que, “como es sabido, los azeríes no existían cuando los armenios fundaron Ereván”.
Azerbaiyán mantiene desde 1918 un conflicto con Armenia por la región de Nagorno Karabaj, históricamente poblada por armenios. En 1921, el régimen comunista de Stalin cedió los territorios a Azerbaiyán soviética, aunque reconoció a Karabaj como región autónoma. Años más tarde, surgió en 1988 un movimiento por la liberación y autodeterminación de sus habitantes, una lucha que, luego de reiteradas matanzas contra la población armenia, derivó en una guerra, en la que participó Azerbaiyán contra los armenios de Karabaj, apoyados por Armenia. Con la derrota de Azerbaiyán, en 1994 se acordó un cese del fuego, que continúa vigente hasta ahora, aunque continúan las tensiones y mediaciones por el conflicto. En los últimos años, el gobierno de Aliyev amenaza constantemente con reiniciar la guerra.