
La identidad de ambos destinos es semejante: nadie sobrevive sin agua en el desierto y nadie subsiste narcotizado en un río. ¿Es la desaparición de la identidad la finalidad de ambas matanzas?
Los miembros de Unión Juventud Armenia respondemos afirmativamente a este interrogante, pero hacemos un llamado de atención. El genocidio es una práctica de transformación de la realidad muy efectiva, no obstante, existe una única manera de frenar sus efectos y prevenir la reincidencia en su utilización: el ejercicio activo, militante y comprometido de la Memoria.
Como se ve, la identidad no sólo es de fechas, sino de destinos. La tragedia no es nuestra ni de ellos, la tragedia es de la humanidad. Por eso convocamos a marchar este 24 de Marzo, y por eso también lo haremos el 24 de Abril.