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martes, 18 de diciembre de 2018

Adriana Kalaidjian declaró en el juicio por la desaparición de su hermana Elena

18.12.18
Adriana Kalaidjian reclamando por su hermana Elena
el 24 de abril de 2015 en el centenario del Genocidio Armenio.
Foto de Sebastián Lebledbidjian.
Adriana Kalaidjian dio su testimonio en el juicio de "Superintendencia de Seguridad" el pasado 13 de diciembre, en el que se juzga el asesinato y desaparición de su hermana Elena.

Al final de su testimonio, Adriana dijo que en su voz "estaban representadas las voces de todos los familiares de Elena, que estaban en ese lugar por los 30.000 desaparecidos y por los 1.500.000 armenios masacrados por el Estado turco en 1915" y agregó que "si ese genocidio no hubiese sido negado y hubiera recibido alguna sentencia en tiempo y forma, se hubieran evitado otros genocidios" y que las nuevas generaciones tenían derecho a vivir en un espacio de memoria, verdad y justicia.

También se lamentó de que no estuvieran presentes los imputados. "Así como mi hermana tuvo que ver la cara de ellos antes de la muerte segura, real y efectiva, a mí me hubiera gustado que ellos vieran la cara de la hermana de Elena Kalaidjian antes de la prisión real, concreta y efectiva".

Los hechos

El juez federal Daniel Rafecas había imputado en esta megacausa al ex general de División Albano Eduardo Harguindeguy, quien se desempeñó como ministro del Interior del exdictador Jorge Rafael Videla, junto a otros cinco acusados por 34 homicidios y 200 secuestros y torturas en los centros clandestinos "Coordinación Federal" y "Garage Azopardo".

Uno de los casos que se juzgarán será la fabricación de un falso "operativo antisubversivo" en marzo de 1977 que desembocó en la muerte de cuatro personas: Elena Kalaidjian, Julio Enzo Panebianco, Ana Teresa del Valle Aguilar y Norberto Gómez. "Norberto desapareció en octubre del '76 y Ana Teresa, su novia, a los pocos días, en noviembre. Julio Enzo Panebianco desapareció el 2 de marzo del '77 con su esposa María Fernanda Martínez Suárez, la sobrina de la conductora de TV Mirtha Legrand. Elena desapareció el 21 de enero de 1977. Como no pudo entrar en el juicio que le correspondía, el ABO (Atlético, Banco y Olimpo), entró en el de Superintendencia", explicó Adriana, consultada por la agencia Prensa Armenia.

"Ellos cuatro estaban secuestrados. En principio, Elena estuvo en Garage Azopardo. Estuvo la última semana de enero en ese lugar, dato que pude recabar a partir del relato de una compañera de ella que estudiaba Letras y que también desapareció en la madrugada del 2 de enero del '77. Los primeros días de febrero de ese año la llevan de Garage Azopardo al campo clandestino de detención, tortura y exterminio Atlético, que está en Paseo Colón y San Juan. En ese lugar también estaban Julio Panebianco, Ana Teresa Aguilar y Norberto Gómez. En la noche del 17 de marzo de 1977 los sacan a ellos cuatro de Atlético y los suben a un Citroen, que era propiedad de Luis Alberto Fuentes, desaparecido el 21 de febrero de 1977. Los acribillan en lo que se llamó 'La masacre de Lavardén', en la calle Lavardén al 300 en Parque Patricios, cerca de la cancha de Huracán. Eso lo supe a través de la hermana de Luis Alberto Fuentes, el dueño del Citroen, que tuvo la información de los antropólogos. Se abrió un expediente por muerte en la vía pública, que por supuesto ellos fraguan: el Ejército dijo que los cuatro estaban adentro de un Citroen, les dieron la voz de alto y ellos dispararon desde adentro del auto", detalló Kalaidjian, querellante en la causa.

Entre los imputados, hay dos implicados directamente en el asesinato de los cuatro: Raúl Antonio Guglielminetti, que se hacía llamar el Mayor Guastavino y Eduardo Norberto Comesaña, que se hacía llamar Esteban Cruces. Hay dos que no se lograron identificar bajo los apodos Vaca Castex y Juan Smith.

El testimonio de Adriana Kalaidjian

En su testimonio, Adriana -que durante la desaparición de su hermana tenía 13 años- relató la vida de Elena, sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y su militancia. Adriana explicó que hizo hincapié en la militancia de Elena porque esperan que se condene a los imputados por el delito de genocidio (que se considera como tal el aniquilamiento de un determinado grupo político).

También relató la experiencia de su madre cuando fue convocada por el Consejo de Guerra de la dictadura militar para reconocer los restos de Elena. Adriana dijo que los funcionarios de ese momento le mostraron imágenes de las dentaduras de los otros tres asesinados durante el operativo, pero no de Elena, y por eso no pudieron reconocerla. Los restos de Elena fueron descubiertos más adelante gracias al Equipo Argentino de Antropología Forense en 2005, quienes sospecharon que la decisión de no mostrarle a su madre las fotos correspondientes podría haber sido un error y no adrede.

Elena nació en una familia de sobrevivientes del Genocidio Armenio: su padre, Esteban Kalaidjian (quien murió 10 años antes de que se reconocieran los restos de su hija), nació en Şivas, un pueblo armenio del Imperio Otomano a principios del siglo XX, mientras que su madre, Isabel Ishjanian, nació de una familia de sobrevivientes de Marash, donde se produjo la matanza de entre 8.000 y 12.000 civiles armenios a manos del ejército turco, que continuó con la implementación del plan de exterminio de los armenios.

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