Nagorno Karabaj es una región históricamente poblada por armenios que había sido entregada unilateralmente a Azerbaiyán por la Unión Soviética en 1921. En 1988, esta Región Autónoma, había votado la separación de Azerbaiyán conforme a la Constitución soviética, lo que desembocó en masacres y persecuciones a los pobladores armenios y luego en una guerra que se extendió hasta 1994, cuando el ejército de Nagorno Karabaj, apoyado por Armenia, venció al ejército azerí. Ese año se acordó un régimen de alto el fuego firmado por representantes de las Repúblicas de Armenia, Nagorno Karabaj y Azerbaiyán. En 1991 se fundó la República de Nagorno Karabaj mediante un referéndum y se inició el proceso de independencia a través del cual logró constituirse como una república con todas las instituciones democráticas de un Estado de derecho que pelea por su reconocimiento internacional.
Robert Avetisyan, Representante Permanente de la República de Artsaj (la nueva denominación de la República de Nagorno Karabaj) en los Estados Unidos, llegó a la Argentina esta semana y durante su estadía en el país brindó una entrevista a la agencia Prensa Armenia donde se tocaron temas acerca de su trabajo en los Estados Unidos y su visión sobre América Latina.
Consultado sobre las funciones de dicha representación, Avetisyan dijo que su oficina está haciendo lo que hace cualquier representación de cualquier país. “Mantenemos contactos y trabajamos con la esfera política de los Estados Unidos. Además fomentamos lazos económicos y culturales entre Artsaj y la comunidad estadounidense y, obviamente, nos aseguramos de que cualquier información y preguntas sobre Artsaj encuentren su respuesta tratando de detener las mentiras y la tergiversación de la realidad por parte de los partidarios de Azerbaiyán.”
- ¿Encuentran algún tipo de obstáculo con el lobby azerí?
Sí, los azeríes son muy activos como en todo el mundo. Sabemos que tienen enormes recursos para comprar y hacer lobby. Tenemos una ventaja que el estado de Azerbaiyán no tiene: una fuerte diáspora. Por ejemplo, si hacen lobby en Argentina, sería contrarrestado por los argentinos de origen armenio, lo cual es un tema diferente. Esa es una voz política fuerte y más importante porque son ciudadanos de Argentina frente a un gobierno extranjero. Lo mismo ocurre en los Estados Unidos y en otros lugares. Intentan difundir tergiversaciones del conflicto, mienten, hacen propaganda y, a veces, incluso encuentran políticos en las estructuras que aceptan apoyar a Azerbaiyán. Pero nuestra argumentación es muy clara, podemos responder a cualquier mentira que difundan. Artsaj, Armenia y los armenios de la diáspora tenemos una agenda común. Tenemos la misma agenda: el reconocimiento del genocidio, el reconocimiento y la seguridad de Artsaj y el fortalecimiento de Armenia, Artsaj y la diáspora. Cuando nos damos cuenta de que el problema de Artsaj es la continuación del Genocidio Armenio, el mensaje se vuelve más claro para muchas personas que pertenecen a la diáspora debido al genocidio.
- ¿Existe la posibilidad de abrir una representación permanente de la República de Artsaj en América Latina?
La visión general de las autoridades de Artsaj es expandir la presencia extranjera y asegurarnos de ofrecer nuestra perspectiva, proteger nuestros intereses y unirnos con nuestra diáspora con tantas comunidades como sea posible. Existe una visión general de que debemos avanzar representando nuestra agenda de política exterior. Y a pesar de que estamos reconocidos o no, estamos listos para ofrecer contribuciones mutuamente beneficiosas a muchas comunidades y entablar un diálogo que fortalezca la paz y la estabilidad en la región.
- Argentina tiene ocho periodistas en la lista negra de Azerbaiyán por haber visitado Artsaj. ¿Cuál es su opinión con respecto a esta política azerí?
Quiero agradecer a los periodistas argentinos que hicieron caso omiso de las amenazas del gobierno represivo de Azerbaiyán y aún visitaron nuestra República para compartir la verdad. Cualquier comunidad que valore la libertad de información no estaría haciendo estas cosas. Quiero asegurarles a nuestros colegas que ya están en la lista o a los que lo harán, que van a conformar un grupo de personalidades muy nobles y sobresalientes de todo el mundo. Decidieron ver a Artsaj con sus propios ojos y conocer la verdad de primera mano. Estamos seguros de que todas las personas que están en la lista no se arrepienten de ello. La verdad, los valores humanos y la dignidad son sentimientos y valores que no pueden ser condicionados por ningún régimen represivo.
- ¿Cómo se manejan estos asuntos en los Estados Unidos?
Vemos un flujo de visitantes de Estados Unidos desde varios niveles. Normalmente tratamos con personas que son firmes en sus creencias y principios e ignoran cualquier intento de restringir su viaje. El derecho a viajar y visitar cualquier lugar que se desee es uno de los derechos fundamentales de los humanos. Artsaj siempre estuvo abierta y siempre nos ha complacido recibir visitantes, turistas y familias. Seguiremos construyendo nuestras vidas y volviéndonos más atractivos para la gente, con la esperanza de que finalmente las autoridades azerbaiyanas vean que esta idea de listas negras y restricciones son absolutamente inútiles y solo atraen a más personas que quieren venir.
- ¿Cuál es su opinión sobre la nueva política de Azerbaiyán de denunciar a Interpol cuando alguien viaja a Artsaj?
No es una nueva política. Estuvieron tratando de hacer esto por mucho tiempo. Una de sus esperanzas es que las personas o los periodistas que puedan leer sobre este tema se abstengan de visitar Artsaj por la posibilidad de ser procesados por Interpol. Pero Interpol siempre ha respondido que no dan lugar a estos casos motivados políticamente. Por lo tanto, se hace sobre todo para crear una atmósfera de miedo y asustar a la gente. Todos son bienvenidos en Artsaj.
- La Cancillería de Argentina envió una nota a los Secretarios argentinos recordándoles que Argentina no reconoce a la República de Artsaj y recomendándoles que no se reúnan con usted. ¿Cuál es su postura sobre esto?
No vi la declaración. Pero, ante todo, estamos agradecidos con el gobierno argentino por ser un hogar tan cálido para la enorme diáspora armenia de acá. Este país siempre fue amistoso y recibió a los armenios después del genocidio. Esperamos que estas relaciones continúen también con el pueblo de Artsaj, somos los mismos armenios. No estoy acá para estar en contra de algo: de lo único contra lo que estoy en contra es de la agresión y la falta de diálogo. Estoy acá para presentar el diálogo y satisfacer el interés de mis compatriotas que tienen preocupaciones legítimas sobre el futuro de Artsaj y la presente agresión azerí contra Artsaj. Como la diáspora ha sufrido el genocidio, a todos nos preocupa que Azerbaiyán y sus partidarios puedan llevar adelante intentos genocidas contra Artsaj. El mensaje solo es positivo. Estamos acá para extender nuestra amistad y mensajes positivos a nuestra diáspora, a los miembros de nuestra comunidad y a las autoridades argentinas que siempre fueron amigables, no solo con el pueblo armenio. Compartimos los mismos valores de libertad, defensa de los derechos humanos, democracia y dignidad.