"Estos predadores emplean diversas técnicas. Algunos torturan y asesinan valiéndose de sus brazos armados; otros, llevan a cabo arrestos masivos y detenciones arbitrarias; mientras que unos más usan medios indirectos: emplean leyes antiterroristas, el delito de lesa majestad o se sirven de la asfixia financiera", explica la organización.
"Estos predadores son los que más pisotean la libertad de prensa y cometen las peores atrocidades contra periodistas, sin que los molesten", declaró Christophe Deloire, Secretario General de RSF.
Ambos presidentes, que tienen la particularidad de además de perseguir a la prensa, mantener una política de estado de negación del Genocidio Armenio, están siendo duramente cuestionados actualmente por la situación de la libertad de expresión y prensa en los dos países.
De acuerdo con RSF, desde el fallido golpe de estado en Turquía del 15 de julio, "al menos 124 medios de comunicación han sido cerrados por decreto, más de 200 periodistas han sido interrogados y, de ellos, 125 aún se encontraban en prisión a principios de octubre de 2016; por otro lado, decenas se ha visto obligados a exiliarse". Los "blancos preferidos" de Erdogan son "todos los periodistas y medios de comunicación críticos, ya sean de izquierda, pro kurdos, cercanos al Movimiento Gülen, laicos o nacionalistas".
Turquía ocupa el puesto 151 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF sobre un total de 180 países. Esta semana, las autoridades detuvieron al editor del periódico más antigüo del país, el opositor Cumhuriyet. Según Amnistía Internacional, hubo 40.000 detenidos luego del intento de golpe de estado.

"Los medios de comunicación libres son asfixiados económicamente -Zerkalo, Azadlig- o cerrados manu militari -Radio Azadlig-. La última ocurrencia para atacar a los periodistas que continúan trabajando en el exilio es acusar a miembros de su familia, generalmente de tráfico de drogas, y condenarlos". Azerbaiyán se encuentra en el puesto 163 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, del cual no deja de descender desde el año 2004.
Además, la cancillería azerí mantiene una lista negra de periodistas que viajan a la República de Nagorno Karabaj, entre los que se encuentran los periodistas argentinos Marcelo Cantelmi, Daniel Wizenberg, María Laura Carpineta y Santiago Alberto Farrell, junto a otras 500 personas de todo el mundo.