"Fidel Castro contribuyó a modificar sensiblemente la orientación de América Latina y el Caribe en su conjunto. Hoy, cuando los intentos de restauración conservadora reaparecen en la región, hay que aprender de su ejemplo: de las adversidades también se construyen victorias", opinó el periodista Aram Aharonian en referencia al fallecimiento del líder revolucionario cubano Fidel Castro.
"Hoy cabe recordar también, que Cuba fue (y es) la nación más solidaria del mundo, aportando médicos, enfermeros y asistencia sanitaria, cursos de alfabetización y maestros, ingenieros, asistencia técnica ante calamidades climáticas… a los países que lo necesiten, sin distinción de su gobierno o ideología", agregó el fundador de Telesur.
"También fueron los soldados internacionalistas cubanos -con la conducción de Fidel- decisivos en la derrota militar del régimen racista sudafricano en Angola y en el surgimiento de naciones libres en el llamado Cono Sur Africano, uno de los tantos triunfos de la Revolución Cubana que los medios hegemónicos han invisibilizado, ocultado, tergiversado, manipulado, ninguneado", remarcó el periodista, quien lo catalogó como "el último referente del siglo veinte".
"Somos muchos los que hoy sentimos esa sensación de orfandad, un profundo sentimiento de pérdida. Se nos fue el último grande del siglo veinte, se apagó el faro. Sí, valió la pena haber luchado, Comandante", finalizó Aharonian en una sentida nota.
Consultado por la agencia Prensa Armenia, el profesor de la Universidad de San Andrés Khatchik DerGhougassian opinó que "Fidel Castro es una de las grandes figuras de las luchas de descolonización del siglo XX, un revolucionario que luchó por la dignidad de los pueblos y un mundo de iguales".
"Por más que uno no adhiera al régimen de partido único que implementó, son innegables los logros sociales sobre todo en la educación y salud pública que Cuba consiguió con la revolución de 1959. Es el mayor legado de Fidel Castro que dignificó un pequeño país que no era más que 'el cabaret de Estados Unidos'", señaló el académico. "El mayor desafío de Cuba hoy es lograr una apertura económica inevitable y necesaria mientras se preserve y se mejore lo logros sociales de la Revolución. Algo que la transición al capitalismo salvaje en la ex Unión Soviética, incluyendo a Armenia, en los 1990s no supo hacer".