Un atacante suicida del Estado Islámico detonó su cinturón explosivo durante una ceremonia religiosa en recuerdo del genocidio contra los armenios y los asirios en Qamishli, Siria, el domingo 19 de junio. El agresor fue detenido en la entrada de la iglesia por las tropas del gobierno y decidió hacer estallar las bombas, dejando un saldo de tres guardias muertos y decenas de heridos, según informó el diario Al-Masdar.
Moran Mor Ignatius Aphrem II, patriarca de la Iglesia Ortodoxa siria, celebraba una ceremonia especial por el 101° aniversario del genocidio de armenios y asirios perpetrado por el Estado turco en la ciudad nororiental de Qamishli, poblada en su mayoría por cristianos. La ciudad ya había sido blanco de ataques suicidas del Estado Islámico al menos tres veces antes.
A fines de mayo, el ejército sirio liberó el cementerio armenio de Deir ez-Zor, que había sido capturado por las tropas del Estado Islámico días atrás.