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martes, 9 de junio de 2015

"El triunfo kurdo en Turquía frenó la puja autoritaria de Erdogan"

9.6.15
Khatchik DerGhougassian (foto de UDESA)
El domingo pasado se llevaron adelante las elecciones legislativas de Turquía, en las que el Partido Justicia y el Desarrollo (AKP), liderado por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, perdió finalmente la mayoría absoluta tras obtener el 40,8% (casi 10% menos que en las elecciones anteriores).

La gran sorpresa de las elecciones fueron los 12,9% del Partido Democrático del Pueblo (HDP), representante de la población kurda y que logró superar el piso del 10% para entrar por primera vez al Parlamento, gracias al trabajo para sintetizar los apoyos de los sectores de izquierda y las minorías del país, haciéndose fuerte en la región oriental de Turquía. Las otras dos fuerzas políticas relevantes fueron el Partido Republicano del Pueblo (CHP) que obtuvo un 25,1% y el Partido de Acción Nacional (MHP), con 16,4%.

Según los analistas, el revés electoral de Erdogan no le permitirá llevar a cabo la reforma constitucional que pretendía para ampliar los poderes y las atribuciones del presidente. La Agencia de Noticias Prensa Armenia dialogó con el profesor de la Universidad de San Andrés y la Universidad Nacional de Lanús, Khatchik DerGhougassian, sobre las repercusiones de las elecciones.

¿A qué cree que se debió el ascenso del HDP?

El ascenso del HDP se debió fundamentalmente al fracaso de los esfuerzos que el partido al poder desde 2002, el AKP, para brindar una solución al problema kurdo en la forma en que la quería AKP y Erdogan para su proyecto transformativo de Turquía empezando por el sistema político.

En otras palabras, por un lado es cierto que el AKP abrió las puertas para la inclusión de los kurdos en el sistema y no les negó su derecho a una identidad propia como había hecho la Turquía kemalista, que ni siquiera los reconocía como kurdos, pero lo hizo con la expectativa de que esta apertura le iba a permitir garantizar el apoyo incondicional de los kurdos a su proyecto de islamización.

En el fondo, Erdogan y sus copartidarios esperaban, o tenían fe, de que los kurdos se identificaran en primer lugar como musulmanes y se sientan parte del proyecto del AKP. Erdogan se equivocó. La conciencia nacional de los kurdos forjada en sus rebeliones desde 1920 y sobre todo en los años '80 y '90 con la emergencia del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) contra el kemalismo no solo es muy sólida sino también progresista y abierta para la inclusión de las demás nacionalidades minoritarias como armenios, asirios, alevíes, griegos, yezidíes... como demuestra el HDP.

El segundo factor que explica el ascenso del HDP es precisamente esta alianza que supieron forjar las minorías con los kurdos para asegurar su representación en la Asamblea Nacional. Por supuesto, no se puede decir que ha sido una decisión colectiva de estas comunidades de minorías ya que, tomando el caso de los armenios por ejemplo, hay diputados electos de estas minorías en las listas del AKP o del principal partido opositor y expresión política del kemalismo, el Partido Republicano del Pueblo (CHP); pero solo el HDP les da la posibilidad a estas minorías de canalizar sus demandas. Por supuesto no se le debe quitar el mérito al propio sistema democrático de Turquía y se le debe reconocer al AKP el mayor crédito que tiene en la historia de Turquía pues este es el parlamento más inclusivo y representativo; pero desde que llegó al poder en 2002, el AKP recurrió a la democracia con el objetivo de la concreción de su proyecto político que consistía en neutralizar al principal guardián del kemalismo, el establishment militar, con el voto popular para luego asegurar la mayoría absoluta y realizar el cambio del sistema parlamentario a un sistema presidencialista.

De hecho estas elecciones eran claves para lograr ese objetivo que le iba a permitir al presidente concentrar el poder igual que el sultán y ahí sí la democracia se transformaría tan solo en un mecanismo de justificación de un sistema autoritario. La democracia para el HDP es el medio para expresar y canalizar las demandas de las minorías en Turquía y revisar todos los temas tabúes que la historia oficial del kemalismo había prohibido, incluyendo el genocidio de los armenios. En esta instancia, triunfó la idea de democracia del HDP.

Muchos analistas consideraron que fue una derrota del presidente Erdogan y del AKP. ¿Coincide?

Sí, fue una derrota de Erdogan. Después de todo, no era candidato pero hizo campaña porque se jugaba su gran proyecto. Hasta cierto punto también se puede decir que la derrota lo desprestigió, aunque sigue gozando de mucha popularidad. Pero no estoy tan seguro de calificar estas elecciones como una derrota del AKP. Por supuesto que no logró la mayoría absoluta, pero representa el 40% de los diputados, y del AKP depende el futuro más inmediato, es decir, la formación de un gobierno de coalición con alguno de los tres partidos representados en la Asamblea Nacional, o evitar la formación de un gobierno y arriesgar nuevas elecciones. No me apresuraría tanto como para dar terminada la primacía de AKP o celebrar una nueva era.

¿En qué cambiará que no haya ningún partido que tenga mayoría parlamentaria? ¿Cree que se formará alguna coalición?

Por ahora, ninguno de los tres partidos se muestra dispuesto en formar un gobierno de coalición con el AKP. Pero no descartaría que fuera el partido nacionalista de la extrema derecha, el Partido del Movimiento Nacionalista de Devlet Bahceli, que firme una alianza para neutralizar al HDP y hasta la resurrección de un nuevo "Estado profundo" que combinaría el islamismo con el nacionalismo turco y tendría el apoyo de los militares.

¿Cree que va a cambiar la situación de la minoría armenia en Turquía, luego de una elección en que resultaron electos tres diputados de ese origen, después de más de 50 años?

Es la primera vez desde los '60 que los armenios son electos diputados. Los tres, Markar Esaian, Seliné Dogan y Garo Paylan, son de Estambul pero de tres partidos distintos. El primero fue electo en la lista del AKP, la segunda es del partido kemalista y Paylan es del HDP. Es muy difícil que haya alguna forma de coordinación o cooperación entre ellos. Además, de los tres solo Paylan es un conocedor de los problemas de los armenios de Turquía y los ha expuesto y defendido en el pasado. No significa que el hecho de tener tres armenios electos es de menor relevancia. Se sabe que las organizaciones armenias en la diáspora, sobre todo en Europa y Estados Unidos, expresaron públicamente su apoyo a HDP; por lo tanto, se pueden abrir nuevos campos de cooperación y un potencial de dinámica política bastante interesante.

¿Cree que las declaraciones de Erdogan acusando a los periodistas, gays y armenios de ser representantes de la sedición en el país influyó en los resultados adversos de ayer?

Quienes consideran que Erdogan ha sido desprestigiado por esta campaña, probablemente tenían en cuenta estas declaraciones. El triunfo kurdo frenó la puja autoritaria de Erdogan. Pero no es una novedad, el Presidente turco nunca tuvo algún problema en expresarse públicamente de esta forma: se puede decir hasta que construyó su carisma con una imagen muy similar a la de los sultanes otomanos. Su estilo nunca contempló la moderación y diplomacia de Gul o la sofisticación intelectual de Davutoglu. Al contrario, un académico como Davutoglu se involucró en la campaña siguiendo el estilo de su jefe... pero tampoco es un estilo o táctica de construcción de carisma. Creo que Erdogan es lo que dice, es un creyente de sus ideas que por un lado lo distingue como un político transparente y derecho pero por el otro provoca miedo: Erdogan no quiere parecerse a un sultán, quiere serlo.


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