La abogada Amal Ramzi Alamuddin, esposa del conocido actor George Clooney, defendió ayer la posición de Armenia y Suiza frente a la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ayer escuchó los argumentos de la apelación sobre un fallo a favor de un político turco que había sido condenado por la justicia suiza por negar el genocidio contra el pueblo armenio.
"El error más importante del tribunal fue que se puso en duda la realidad del Genocidio Armenio que el pueblo sufrió hace cien años", explicó Amal Clooney, en relación al fallo del TEDH que consideró que el político turco Dogu Perinçek no había cometido un delito al negar el Genocidio Armenio durante el 2007 en Suiza, país donde es ilegal negar los crímenes de lesa humanidad.
Este fallo, entre cuyos argumentos se encuentra la afirmación de que no existe un "consenso general" para calificar a los hechos ocurridos en 1915 en Turquía como "genocidio", generó un amplio rechazo entre las comunidades armenias del mundo. Según la abogada, el fallo del TEDH "deshonra la memoria de los armenios que perecieron bajo el Imperio otomano hace un siglo y ayuda a aquellos que niegan el genocidio e incitan al odio racial y la violencia".
En su presentación, Perinçek volvió a negar el Genocidio Armenio y declaró que "la acusación del Genocidio Armenio se convirtió en un tabú, se convirtió en una herramienta para discriminar y humillar a los turcos". El político turco había apelado la sentencia en su contra ante el TEDH, argumentando que Suiza había violado el artículo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, el cual garantiza el derecho a la libertad de expresión. Posteriormente, Suiza anunció que apelaría al TEDH y solicitaría que se envíe el caso a la Gran Sala para que se revise el fallo dictado por la Sala Segunda.
Frank Schurmann, representante del gobierno de Suiza, argumentó que las víctimas de los crímenes de genocidio, así como sus descendientes, merecen ser protegidos de las declaraciones contra su dignidad humana: "No es la negación de por sí lo que merece la condena, sino el odio y la intención discriminatoria", explicó.