El informe de Amnistía Internacional publicado a principios de octubre describe cómo el uso de munición real, gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de plástico y palizas a los manifestantes pasivos terminaron con un saldo de más de 8.000 personas heridas y la muerte de al menos tres personas. Además, no hubo acciones judiciales contra quienes cometieron esos abusos y, sin embargo, se procesó e intimidó a quienes participaron en las protestas.
La comunidad armenia en Argentina había marchado en septiembre, ante la visita a Buenos Aires del Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para manifestarse y repudiar las violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno de Turquía y la continua negación, después de casi 100 años, del genocidio contra los armenios.
“El intento de reprimir el movimiento de protesta del parque Gezi implicó una serie de violaciones de derechos humanos en grandísima escala. Entre ellas se encuentran la negación rotunda del derecho de reunión pacífica y la violación del derecho a la vida, a la libertad y a no sufrir tortura o malos tratos”, manifestó Andrew Gardner, experto de Amnistía Internacional sobre Turquía.
El informe completo titulado “Gezi Park protests: Brutal denial of the right to peaceful assembly in Turkey” se puede encontrar en http://amnesty.org/en/library/asset/EUR44/022/2013/en/0ba8c4cc-b059-4b88-9c52-8fbd652c6766/eur440222013en.pdf y el comunicado de prensa de Amnistía en http://amnesty.org/es/for-media/press-releases/turquia-violaciones-ddhh-parque-gezi-2013-10-02
